Un diagnóstico de cáncer siempre asusta, pero cuando hablamos del carcinoma de células basales, estamos hablando del tumor de piel más frecuente que además tiene muy buen pronóstico.
Se trata de un cáncer que produce pocos síntomas, pero el dermatólogo con una exploración y/o con una dermatoscopia puede detectarlo enseguida.
En este artículo de CIO Salud vamos a informarte de las particularidades del carcinoma de células basales, de su prevención y de cómo podemos tratarlo.
¿Qué es el carcinoma de células basales?
El epitelioma o carcinoma basocelular es un tipo de cáncer de piel que sucede en las células basales de la epidermis, de ahí su nombre.
Las células basales se encuentran en la parte interna de la epidermis, por debajo de las células escamosas. A medida que la piel se va regenerando, las células escamosas se desprenden y son reemplazadas por las células basales que pasan a convertirse en células escamosas.
Además de las células basales escamosas, hay otro tipo de células en la piel, como es el caso de los melanocitos, encargadas de producir la melanina. La melanina es la sustancia que protege del sol y permite que la piel se broncee y adquiera un color más oscuro. Cuando los melanocitos empiezan a crecer fuera de control, entonces hablamos de otro tipo de cáncer, el de melanoma, que es el más grave y agresivo de los cánceres de piel.
También el carcinoma espinocelular es un tumor maligno en el que se observa una proliferación sin control de las células del estrato espinoso de la piel.
En cambio, el carcinoma de células basales del que hablamos tiene un pronóstico bueno, ya que solo es agresivo localmente y no tiene capacidad metastásica para diseminarse por el cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas del carcinoma de células basales?
Puesto que se trata de un carcinoma de lento crecimiento, es posible que durante mucho tiempo no presente ningún síntoma. El primer síntoma que se puede apreciar es el aspecto distinto de la piel como, por ejemplo, un bulto o una llaga que no termina de curarse.
Se trata de una protuberancia de la piel con aspecto brillante y nacarada, muy pálida, rosada o, por el contrario, de color marrón, negro o azul (carcinoma basocelular pigmentado). Es posible que se vean los vasos sanguíneos pequeños, por eso esta lesión tiende a sangrar con facilidad y que parezca que hay una cicatriz persistente.
Aparece normalmente en las zonas más expuestas de la piel, como la cara y el cuello, ya que la principal causa de su aparición es la radiación solar ultravioleta.
Causas del carcinoma basal
El carcinoma de células basales aparece cuando una de las células basales de la piel desarrolla una mutación en su ADN. Dicha mutación le dice a la célula basal que se multiplique rápidamente y continúe creciendo, en vez de morirse. Es así como las células basales anormales se van acumulando pudiendo formar un tumor canceroso, es decir, una lesión de la piel.
Gran parte del daño al ADN en las células basales se considera que es consecuencia de la radiación ultravioleta (UV), que se encuentra en la luz del sol y en las lámparas de bronceado. No obstante, la exposición al sol no explica los casos de cáncer de piel que aparecen en zonas que no están expuestas normalmente a la luz del sol.
Factores de riesgo
Existen diferentes factores que aumentan el riesgo de carcinoma de células basales, entre ellos se encuentran:
- Exposición excesiva al sol. Pasar mucho tiempo al sol, o en cabinas de bronceado de rayos UVA, aumenta el riesgo del carcinoma de células basales. Esta exposición también es mayor si vives en un lugar soleado o de gran altitud, ya que ambos factores te exponen a mayor radiación UV. Haber sufrido quemaduras por el sol, más aún en la infancia, también aumentan el riesgo.
- Radioterapia. Los tratamientos de radioterapia utilizados para tratar el acné u otros problemas de la piel pueden incrementar el riesgo de sufrir carcinoma de células basales en aquellas zonas de la piel que hayan sido tratadas con anterioridad.
- Piel clara. El riesgo de carcinoma de células basales es más alto entre las personas que tienen la piel muy clara, que son pelirrojas o rubias, que tienen los ojos claros, pecas y, en general, se queman con facilidad con el sol.
- Edad avanzada. Debido a que el carcinoma basal suele tardar décadas en desarrollarse, la mayoría de estos carcinomas se presenta en personas mayores. No obstante, y cada vez con más frecuencia, este tipo de cáncer está afectando a los adultos más jóvenes, incluso entre 20 y 30 años.
- Antecedentes de cáncer de piel. En el caso de haber sufrido un carcinoma de células basales anteriormente, aumenta las probabilidades de volver a tenerlo. Del mismo modo, si tienes familiares con cáncer de piel, es posible que también aumente el riesgo de padecer carcinoma de células basales.
- Medicamentos inmunosupresores. Los medicamentos que inhiben el sistema inmunitario, como es el caso de los utilizados después de un trasplante para evitar el rechazo, aumentan significativamente el riesgo de tener cáncer de piel.
Se puede prevenir
Para reducir el riesgo de carcinoma de células basales, lo más importante es proteger la piel de los rayos ultravioletas. Para ello, es necesario:
- Evita el sol durante el mediodía. Los rayos del sol son más fuertes entre las 12:00 y las 16:00 horas, así que conviene evitar hacer actividades al aire libre en esa franja horaria, sobre todo en verano, incluso cuando el cielo está nublado.
- Usa protector solar todo el año. La protección de la cara y manos es necesaria durante todo el año, incluso en los días nublados. Las cremas de protección solar de factor de protección de al menos 30 deben formar parte de tu rutina diaria de cuidados.
- Usa ropa de protección. Además de proteger la piel con crema, conviene proteger la piel de brazos y piernas, así como el resto del cuerpo con ropa. Existe ropa con protección de rayos UV, lo cual es muy buena opción para los ratos de playa y piscina o paseos por la montaña. Tampoco olvides utilizar gorras o sombreros para proteger parte de la cara, cabeza y cuello, así como gafas de sol.
- Nada de cabinas solares. Las cabinas solares para broncear la piel también emiten radiación UV, por lo tanto, pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
Además de proteger la piel, conviene que la revises regularmente para comprobar si hay nuevos bultos o cambios en lunares, pecas, protuberancias y marcas de nacimiento existentes. Con la ayuda de un espejo, revisa el rostro, el cuello, las orejas y el cuero cabelludo, pero también el resto del cuerpo, incluso la zona genital y entre los glúteos. Y, si encuentras algún cambio, consúltalo cuanto antes con tu dermatólogo.
En nuestro artículo Cáncer de piel ¿Cómo podemos evitarlo? puedes conocer más detalles de cómo mejorar la prevención y en qué detalles concretos te debes fijar o sospechar.
Diagnóstico sencillo
En las revisiones rutinarias, los dermatólogos podemos detectar o sospechar de la presencia de un carcinoma de células basales. Los dermatólogos expertos sabemos cuáles son las características de este tipo de tumores y mediante la exploración y la dermatoscopia podemos elaborar un diagnóstico. No obstante, es posible que sea necesario realizar una biopsia para analizar las células en el laboratorio y corroborar el diagnóstico.
Cómo tratar el carcinoma de células basales
En función del grado y avance de la enfermedad, así como de su localización, podemos tratar el carcinoma basocelular con diferentes opciones:
- Extirpar el carcinoma, utilizando puntos de sutura para unir la piel.
- Raspar las células cancerosas, para después aplicar la electrodesecación y destruir las restantes.
- Criocirugía, que permite congelar las células cancerosas para destruirlas.
- Aplicación de tratamientos tópicos.
- Cirugía de Mohs, que permite la extirpación de las capas de la piel afectadas.
- Terapia fotodinámica, para tratar carcinomas que no sean muy profundos mediante luz.
- Radioterapia o quimioterapia, en casos de cáncer más complicados, para lo cual será necesario acudir al especialista oncólogo.
Tu dermatólogo en Bilbao
Si te has dado cuenta de que tu piel ha cambiado y detectas alguna lesión o bulto que te haga sospechar, es fundamental que acudas al dermatólogo para que pueda evaluarte en la mayor brevedad. Ten en cuenta que puede tratarse de un carcinoma de células basales o de otro tipo de tumor más agresivo, por lo que el diagnóstico precoz aumenta enormemente las posibilidades de curación.
No lo dejes pasar ni le quites importancia porque el retraso en el diagnóstico puede hacer que la enfermedad empeore. También es importante acudir a las revisiones anuales con tu dermatólogo para detectar estos y otros problemas que puedan pasarte desapercibidos, sobre todo si tienes antecedentes familiares o si tienes otros factores de riesgo.
En CIO Salud podemos ayudarte en el diagnóstico y tratamiento del carcinoma de células basales, así como en otros tipos de cánceres de piel, una lucha a la que también nos sumamos desde nuestros perfiles en Facebook, Instagram y en el canal de YouTube.