El invierno trae consigo un reto particular para el cuidado de nuestra piel. Durante estos meses, las bajas temperaturas, el viento frío y la calefacción interior pueden despojar a la piel de su humedad natural, llevando a una sensación de tirantez, resequedad y, en algunos casos, a irritaciones. Este fenómeno, que afecta a personas de todas las edades, necesita ser atendida de una forma especial para mantener la piel saludable y protegida. En nuestro artículo del Blog CIO Salud, queremos darte unos consejos muy útiles proteger la piel en invierno y asegurarte de que tu piel reciba el cuidado y la protección que necesita durante esta estación.
Piel seca en invierno, ¿cómo detectarla y qué lo provoca?
¿Sientes la piel tirante, demasiado áspera y apagada? Es frecuente que, en los meses de más frío, nuestra piel presente algunos cambios incómodos y algunas veces, hasta dolorosos. La piel seca es una condición en la que la piel pierde humedad y se vuelve áspera, tensa y escamosa. Esta pérdida de humedad se debe a una disminución en los lípidos (aceites) en la capa más externa de la piel, lo que reduce su capacidad para retener agua. Como resultado, la piel puede presentar una textura irregular, sensación de picazón y, en ocasiones, descamación. La piel seca no solo afecta a la apariencia, sino que también puede comprometer la función de barrera de la piel, haciéndola más susceptible a irritantes, infecciones y sensibilidades. Veamos sus causas más comunes y cómo identificarla.
Causas comunes de la resequedad cutánea en temporadas frías
La piel seca en invierno tiene una un porqué que queremos explicarte: Primero, el aire frío tiene menos humedad que el aire caliente, lo que significa que hay menos humedad disponible para nuestra piel. Además, los vientos fríos pueden eliminar la capa superficial de aceite natural que protege nuestra piel, dejándola más expuesta y vulnerable.
Otro factor es la calefacción interior. Aunque nos mantiene calientes, también reduce la humedad del aire en nuestros hogares y oficinas, lo que puede deshidratar nuestra piel. Además, tendemos a tomar baños y duchas más calientes durante el invierno, lo que puede eliminar aún más los aceites naturales protectores.
Síntomas y señales de alerta
Es importante estar atento a los primeros signos de resequedad en la piel para poder actuar rápidamente y comenzar con estrategias que nos permitan proteger la piel en invierno. Los síntomas comunes incluyen:
Síntomas | Descripción |
Sensación de tirantez | Este es uno de los primeros signos de la piel seca. Se siente justo después de bañarse, ducharse o lavarse la cara, cuando la piel pierde su humedad natural y se siente ajustada y poco flexible. |
Aspereza al tacto | La piel seca pierde su suavidad natural y puede sentirse áspera al tacto. Esto se debe a la acumulación de células muertas en la superficie de la piel, que no se desprenden tan eficientemente como en una piel sana. |
Descamación | La piel seca a menudo comienza a descamarse o pelarse, lo que indica una pérdida de las capas externas de la piel. Este síntoma es más visible y puede variar desde una descamación muy fina hasta escamas más notorias. |
Picazón | La piel seca a menudo comienza a descamarse o pelarse, lo que indica una pérdida de las capas externas de la piel. Este síntoma es más visible y puede variar desde una descamación muy fina hasta escamas más notorias. |
Enrojecimiento o irritación | La piel seca puede volverse más sensible, lo que lleva a enrojecimiento o irritación, especialmente en respuesta a productos químicos, fragancias o temperaturas extremas. |
Grietas o fisuras en la piel | En casos severos, la piel seca puede agrietarse. Estas grietas pueden ser superficiales o profundas y son especialmente comunes en las manos y los pies. Las grietas profundas pueden ser dolorosas y a veces sangrar. |
Opacidad o falta de brillo | La piel sana tiene un cierto brillo debido a la humedad y los aceites naturales. La piel seca, por otro lado, a menudo parece opaca y sin vida. |
Aumento de la sensibilidad | La piel seca puede volverse más susceptible a reacciones a productos de cuidado de la piel, jabones, detergentes y otros irritantes. Esto puede manifestarse como ardor, picazón o una reacción alérgica. |
Si notas estos síntomas, es un buen momento para revisar y ajustar tu rutina de cuidado de la piel. Prevenir siempre es mejor que curar, y en el caso de que suelas padecer piel seca en invierno, hay muchas estrategias que podemos implementar para mantener nuestra piel saludable e hidratada.
Consejos para proteger la piel en invierno
Mantener la piel saludable y protegida durante los meses fríos requiere un enfoque específico. Aquí te detallamos cómo proteger la piel en invierno, centrándonos en la hidratación profunda y en una nutrición adecuada.
Hidratación profunda: selección de cremas y lociones
Para proteger la piel en invierno, es fundamental elegir productos que ofrezcan una hidratación intensiva. Las cremas y lociones con alto contenido de lípidos, como la manteca de karité, son ideales porque forman una barrera protectora que retiene la humedad en la piel. Busca productos que contengan también urea o lactato de amonio, conocidos por su capacidad para mantener la piel hidratada durante más tiempo.
Ingredientes recomendados en productos hidratantes
Los ingredientes como el ácido hialurónico y la glicerina son excelentes para atraer y retener la humedad en las capas superiores de la piel. Las ceramidas son muy buenas para restaurar la barrera cutánea, especialmente en invierno cuando esta se ve comprometida. Los aceites naturales, como el de jojoba o el de argán, proporcionan una hidratación duradera sin obstruir los poros.
Frecuencia y momentos óptimos para la hidratación
Para una protección óptima de la piel en invierno, aplica tu hidratante dos veces al día, por la mañana y por la noche. Aprovecha los momentos postducha para aplicar la crema sobre la piel húmeda, lo que ayuda a sellar la humedad. No olvides rehidratar tu piel después de la exposición al frío exterior.
La importancia de la nutrición y la hidratación interna
Una dieta equilibrada es fundamental para proteger la piel en invierno desde el interior. Los nutrientes que ingieres juegan un papel muy importante en la salud de tu piel, ¡como es dentro, es fuera!
Alimentos y bebidas beneficiosos para la piel
Incorpora alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, que fortalecen la barrera cutánea. Las frutas y verduras ricas en antioxidantes, como los arándanos y los tomates, ayudan a proteger la piel de los daños ambientales. El agua y las infusiones sin cafeína también son esenciales para mantener la piel hidratada desde dentro.
Consejos para mantener una hidratación adecuada
Beber suficiente agua es tan importante como respirar, especialmente en invierno cuando no sentimos tanta sed. Un humidificador en casa puede ayudar a mantener un nivel de humedad ambiental adecuado, evitando que el aire seco interior reseque la piel todavía más.
Siguiendo estos pasos, podrás proteger eficazmente tu piel en invierno, manteniéndola hidratada, nutrida y saludable a pesar de las condiciones climáticas.
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