No todos los cánceres de piel son melanoma ni todos tienen el mismo pronóstico. Ya hemos hablado en otro artículo sobre el carcinoma de células basales, que es el más común de todos los tumores cutáneos y el más benigno. Pero en esta ocasión, queremos abordar otro tipo de cáncer de piel: el carcinoma de células escamosas.
El carcinoma de células escamosas, en la mayoría de las ocasiones, puede tratarse fácilmente y con éxito. Pero si no se controla a tiempo y se deja que las lesiones sigan creciendo, puede llegar a ser peligroso. Por eso, es importante saber detectar este tipo de lesiones y acudir al dermatólogo para su estudio y tratamiento.
¿Qué es el carcinoma de células escamosas?
El carcinoma de células escamosas es el segundo tipo de cáncer de piel más frecuente. Se caracteriza por el crecimiento anormal y acelerado de las células escamosas.
Estas células escamosas son uno de los tres tipos principales de células que se encuentran en la epidermis, que es la capa superior de la piel. Concretamente se localizan cerca de la superficie de la piel, por lo que están continuamente desprendiéndose a medida que se crean células nuevas.
El carcinoma de células escamosas surge cuando se daña el ADN de las células y se desencadenan cambios anormales. Esto es debido a la exposición repetida y sin protección de los rayos ultravioletas del sol o de las cabinas bronceadoras.
Cuando el carcinoma de células escamosas no se trata a tiempo, este puede volverse invasivo y seguir creciendo hacia las capas más profundas de la piel, llegando incluso a expandirse a los ganglios linfáticos o a otros órganos, y ser mortal, aunque esto es poco frecuente.
El riesgo que supone el carcinoma de células escamosas puede ser más elevado en los casos en los que tenga estas características:
- Si es particularmente grande o profundo
- Afecta a las mucosas, como los labios
- La persona tiene el sistema inmunitario debilitado.
Cómo identificar el carcinoma de células escamosas
El carcinoma de células escamosas tiene una apariencia de verruga o de manchas rugosas y gruesas que pueden sangrar cuando se rascan, arañan o es golpeada. Estas lesiones se producen normalmente en las zonas del cuerpo que están más expuestas a la luz del sol, como la cara, los labios, las orejas, el cuero cabelludo, los hombros, el cuello, el dorso de las manos y los antebrazos. No obstante, el carcinoma de células escamosas también puede surgir en otras áreas de la piel del cuerpo más cubiertas como es el caso de los genitales.
También el carcinoma de células escamosas se identifica porque la piel que le rodea suele mostrar algunos signos de daño solar como las arrugas, los cambios en la pigmentación y la pérdida de elasticidad de esa piel. A veces este tipo de carcinoma se muestra con crecimientos más elevados en los bordes de la lesión y con una zona hundida en el centro que puede picar o sangrar.
Factores de riesgo
Los factores que pueden incrementar el riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel incluyen los siguientes:
- Piel clara. Independientemente del color de la piel, cualquier persona puede tener carcinoma de células escamosas. No obstante, las personas que tienen menos pigmento (melanina) en la piel están menos protegidos contra la radiación UV. Por eso, las personas con cabello rubio o pelirrojo, ojos claros y pecas o que se queman con más facilidad con el sol, tienen más probabilidad que una persona con piel más oscura, de sufrir algún tipo de cáncer de piel, incluido el carcinoma de células escamosas.
- Exposición excesiva al sol. Estar expuesto a los rayos ultravioletas del sol aumenta el riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel. Pasar mucho tiempo al sol sin utilizar crema solar o ropa de protección, aumenta aún más el riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel.
- Antecedentes de quemaduras por el sol. Aquellas personas que han sufrido al menos una quemadura de sol con ampollas en la niñez o en la adolescencia tienen más riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas de la piel en la adultez. Por supuesto que las quemaduras solares en la edad adulta también son un factor de riesgo.
- Antecedentes personales de lesiones cutáneas precancerosas. Si en la familia existen antecedentes de haber sufrido un cáncer de piel o el hecho de haber padecido anteriormente alguna lesión cutánea precancerosa, como queratosis actínica o enfermedad de Bowen, aumenta el riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel.
- Sistema inmunitario debilitado. La persona que tiene el sistema inmunitario debilitado tiene un mayor riesgo de padecer cáncer de piel. Esto incluye a aquellos pacientes que tienen leucemia o linfoma, o que toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario.
- Trastorno genético raro. Las personas diagnosticadas de xerodermia pigmentoso también tienen un riesgo mucho mayor de padecer cáncer de piel.
¿Qué hacer ante una sospecha?
Ante una lesión que presenta un aspecto costroso y ulcerado que crece con rapidez, la mayoría de los pacientes intuyen que es necesario consultarlo con el médico o dermatólogo. Es importante acudir al dermatólogo ante cualquier sospecha, ya que si dejamos que siga creciendo será cada vez más peligroso.
En nuestra consulta de CIO Salud en Bilbao nuestra dermatóloga, en una primera visita desarrollará una exploración física para examinar la piel en busca de signos de carcinoma escamoso.
Posteriormente puede ser necesario extraer una muestra de tejido (biopsia) para poder analizarlo en el laboratorio y confirmar si se trata de un carcinoma escamoso de la piel. El tipo de procedimiento de biopsia va a depender de la situación particular de cada paciente.
Cuál es el tratamiento del carcinoma de células escamosas
-Primeras etapas.
Si la detección del carcinoma de células escamosas se realiza en las primeras etapas, puede ser extirpado o destruido con métodos de tratamiento localizados:
1- Cirugía. Existen diferentes tipos de cirugía para tratar los cánceres de piel de células escamosas, como es el caso de la escisión, que permite extirpar el tumor junto con un margen pequeño de piel normal para tratar los cánceres de células escamosas, o la electrodesecación que es un método muy útil en caso de un cáncer de células escamosas menores.
2- Crioterapia. La criocirugía también se puede emplear en algunos cánceres de células escamosas en etapas iniciales. Habitualmente es la opción más conveniente para aquellas personas que no pueden someterse a cirugía. No es un método recomendable para tumores invasivos más grandes ni para tumores ubicados en determinadas zonas, como la nariz, orejas, párpados, el cuero cabelludo o las piernas.
-Cáncer extendido
Si el cáncer ha crecido y se ha extendido, entonces puede ser necesario administrar tratamientos como la radioterapia o quimioterapia.
1- La radioterapia es una buena opción para pacientes que padecen grandes tumores, más aún si se dan en áreas en las que es difícil realizar una cirugía o si se trata de personas que no pueden someterse a una cirugía.
2-Otra opción quirúrgica es la cirugía de Mohs: Esta operación es especialmente útil para tratar los cánceres de células escamosas de más de 2 cm de ancho o con bordes poco definidos o para aquellos cánceres que han vuelto a aparecer después de ser tratados previamente. También es una opción adecuada en el caso de que el cáncer esté localizado en zonas de la cara o área genital.
Tu dermatólogo en Bilbao
Las lesiones de un carcinoma de células escamosas no suelen pasar desapercibidas. Por eso, si notas que tu piel está cambiando, si tienes una lesión o herida que parece que no cicatriza y sangra con facilidad o si ves que su aspecto empeora es esencial que acudas al dermatólogo para que pueda evaluarte en la mayor brevedad.
Puede que tu lesión se deba a un carcinoma de células basales, a un carcinoma de células escamosas o a un tumor más agresivo, como es el caso del melanoma. En todos estos tipos de cáncer, el diagnóstico precoz permite tratamientos menos agresivos y con mejores resultados. Así que no esperes a que la lesión empeore.
Tampoco olvides acudir al dermatólogo para realizar las revisiones anuales y poder detectar a tiempo estos y otros tipos de problemas de la piel que te pueden haber pasado desapercibidos, más aún si tienes varios factores de riesgo o antecedentes familiares. En CIO Salud podemos ayudarte en el diagnóstico y tratamiento del carcinoma de células escamosas, así como en otros tipos de problemas de la piel y del cabello en los que la Dra. Anne Barrutia es especialista. Contacta con nosotros o déjanos tus comentarios al final de este post o a través de nuestros perfiles de Facebook, Instagram y en el canal de YouTube.