Como habéis podido leer en el título de este post, hoy hablaremos sobre la mastoiditis, un trastorno que normalmente aparece después de padecer una otitis media aguda que no se ha tratado adecuadamente, simplemente no se le ha puesto tratamiento o se complica por otros motivos. Antes de adentrarnos en los síntomas y en el tratamiento de esta patología, vamos a explicar en qué consiste.
La mastoiditis es una inflamación o infección del hueso mastoides, una parte del hueso temporal situado en el cráneo, justo detrás del oído. Se trata de una extensión de una otitis media aguda hasta la apófisis mastoides.
Esta patología es más común en niños y aunque actualmente no se da de manera muy frecuente, debemos tener cuidado con esta afección pues puede quedarse simplemente en una infección leve o empeorar y llegar a poner en peligro la vida del paciente.
Síntomas de la mastoiditis
Como ya hemos hablado de la causa de la mastoiditis, vamos a enumerar sus síntomas, los cuales pueden aparecer unos días o semanas después de sufrir la otitis:
- Fiebre.
- Hinchazón del lóbulo del oído.
- Dolor persistente alrededor del oído.
- Formación de pus en el mastoides.
- Supuración del oído.
- Enrojecimiento e inflamación dolorosa de la piel que recubre el hueso.
- Pérdida de audición.
- Dolor de cabeza.
En los casos más graves los síntomas pueden complicarse llegando a provocar vértigo, parálisis facial o meningitis entre otros.
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Diagnóstico, prevención y tratamiento
En cuanto a la prevención, la mejor manera es tratar cuanto antes y lo mejor posible la otitis media aguda para evitar que se prolongue hasta el mastoideo.
Para diagnosticarlo, lo más normal es que con una exploración física sea suficiente. Aunque en casos dudosos o en los que se quiera saber con más exactitud la situación del paciente podrían solicitarse otras pruebas más específicas.
En cuanto a su cura, la mastoiditis, puede requerir un tratamiento que se prolongue en el tiempo. Por su parte, la infección puede tratarse con administración de antibióticos tanto por vía intravenosa como oralmente.
Y con esta información, damos por finalizado este post acerca de la mastoiditis. Esperamos haber aclarado vuestras dudas y recordad que tenéis disponible justo aquí debajo la sección de comentarios para dejarnos vuestras preguntas y opiniones.
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