La exóstosis de oído suele dar señales que no siempre se identifican a la primera: sensación de oído taponado, zumbidos molestos o incluso pérdida progresiva de audición.
En muchos casos se puede pensar que se trata de simples tapones, pero en realidad el crecimiento óseo dentro del canal auditivo es lo que está dificultando que escuches con claridad.
Lo importante es saber reconocerlo a tiempo y entender qué tratamientos hay disponibles para manterla a raya.
Hoy, desde la Unidad de Otorrinolaringología de CIO Salud quiero explicarte qué implica una exóstosis auditiva y cómo puedes afrontarla.
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Qué es la exóstosis de oído
La exóstosis de oído es un crecimiento óseo dentro del canal auditivo externo.
Ese hueso extra se va formando de manera lenta y progresiva, reduciendo el espacio del conducto y provocando molestias que a veces confundes con tapones o infecciones recurrentes.
Aunque al principio puede pasar desapercibido, con el tiempo genera síntomas claros como pérdida de audición, sensación de oído bloqueado o ruidos internos.
Cómo se forma el crecimiento óseo en el canal auditivo
Este problema está muy ligado a la exposición continuada al agua y al frío, por eso también se conoce como oído de surfista.
Cuando esas condiciones irritan de forma repetida la piel del canal, el organismo reacciona creando capas adicionales de hueso para “proteger” la zona. Ese crecimiento es benigno, pero provoca:
- Estrechamiento del conducto auditivo, lo que dificulta la salida natural de cerumen y agua.
- Retención de humedad, que aumenta el riesgo de otitis externas.
- Sensación de oído tapado, sobre todo tras bañarte o practicar deportes acuáticos.
Con el tiempo, este hueso en el canal auditivo se vuelve más prominente y limita la audición de manera progresiva.

Diferencias entre exóstosis y osteoma de oído
Aunque a veces se confunden, la exóstosis auditiva y el osteoma de oído no son lo mismo:
- Exóstosis 👉 suelen aparecer como múltiples crecimientos óseos, bilaterales y relacionados con el contacto repetido con agua fría.
- Osteoma 👉 se trata de un único bulto óseo, más localizado, sin relación tan directa con factores ambientales.
Ambos son tumores benignos, pero mientras la exóstosis se asocia claramente con hábitos (surf, natación, deportes acuáticos), el osteoma es más bien una protuberancia ósea aislada sin causa tan definida. Saber diferenciarlos es importante porque el tratamiento y el seguimiento pueden variar.
Síntomas de la exóstosis auditiva
La exóstosis de oído no suele dar la cara en sus primeras fases.
Al principio, puedes sentir molestias muy leves que se confunden fácilmente con un simple tapón de cera.
Sin embargo, a medida que el crecimiento óseo avanza, las señales se hacen más claras y afectan directamente a tu audición y bienestar.
Señales tempranas que debes vigilar
Reconocer los primeros síntomas es imprescindible para evitar que el problema avance. Estos son los más claros que debes tener en cuenta:
- Sensación de oído taponado tras bañarte o ducharte, porque el agua queda retenida en el canal.
- Audición algo más apagada en un oído o en ambos, sobre todo después de practicar deportes acuáticos.
- Infecciones recurrentes (otitis externas) debido a la humedad atrapada.
- Molestias leves o ruidos internos (acúfenos) que antes no tenías.
Si identificas varios de estos signos, lo más probable es que no sea un simple tapón, sino el inicio de un crecimiento óseo en el canal auditivo.

Consecuencias de la obstrucción del conducto auditivo
Cuando la exóstosis de oído progresa y el conducto se estrecha más, los síntomas se intensifican:
- Pérdida de audición progresiva 🦻, que afecta a tu día a día.
- Otitis frecuentes y más dolorosas, al acumularse agua y bacterias en el oído externo.
- Sensación constante de presión en el oído, incómoda incluso sin agua ni cera.
- Mayor dificultad para limpiar el canal auditivo, lo que incrementa la sensación de bloqueo.
Estas consecuencias son la razón por la que no debes ignorar las señales tempranas. Consultar a tiempo evita complicaciones y te permite tratar la exóstosis de oído antes de que afecte más a tu audición.
Causas más frecuentes del hueso en el canal auditivo
La exóstosis de oído aparece por una reacción natural del cuerpo: cuando el canal auditivo externo está expuesto de forma repetida a ciertos estímulos, el hueso responde creciendo poco a poco para protegerse.
El problema es que ese crecimiento, en lugar de ayudar, termina estrechando el conducto y provocando molestias.
Exposición al agua y frío en el oído de surfista
El motivo más conocido es el contacto prolongado con agua fría 🌊. Por eso, a la exóstosis auditiva también se le llama “oído de surfista” u “oído de nadador”:
- Deportes acuáticos como surf, buceo, vela o natación aumentan el riesgo porque el agua fría irrita el conducto.
- Ambientes ventosos o fríos potencian esa irritación, sobre todo si practicas actividades al aire libre durante el invierno.
- La repetición constante de estas exposiciones hace que el hueso forme nuevas capas, estrechando el canal auditivo cada vez más.
No se trata de un problema inmediato, sino acumulativo. Quien pasa años en contacto con estas condiciones es el que más probabilidades tiene de desarrollar esta protuberancia ósea en el canal auditivo.

Otros factores que favorecen el estrechamiento del canal auditivo
Aunque el agua fría es la causa más clara, no es la única. Hay otros elementos que pueden facilitar la aparición de hueso en el oído externo:
- Predisposición genética 🧬: algunas personas son más propensas a desarrollar crecimiento óseo por la forma de su conducto auditivo.
- Infecciones repetidas: la inflamación crónica del canal puede estimular la formación de excrecencias óseas.
- Exposición laboral: trabajos en ambientes fríos o húmedos (pescadores, instructores de buceo, socorristas) aumentan el riesgo.
- Envejecimiento natural: con los años, el tejido se vuelve más sensible a irritaciones y responde con mayor facilidad formando hueso.
En todos estos casos, la exóstosis de oído se desarrolla de manera lenta, pero una vez aparece no retrocede sola. Por eso es fundamental identificar la causa y poner medidas de prevención cuanto antes.
Diagnóstico y pruebas médicas recomendadas
Cuando sospechamos de una exóstosis de oído, lo primero es confirmar el diagnóstico de forma sencilla y segura.
La exploración médica nos permite diferenciar este crecimiento óseo de otros problemas como tapones de cera, otitis repetidas o incluso un osteoma en el canal auditivo.
Exploración clínica del oído externo
En consulta utilizamos el otoscopio, un instrumento que nos permite ver directamente el interior del conducto auditivo 👂.
Con esta prueba rápida podemos detectar:
- Protuberancias óseas visibles que estrechan el canal.
- Restos de cerumen retenido por la falta de espacio.
- Signos de inflamación o infecciones asociadas a la obstrucción.
Esta exploración no duele, dura pocos minutos y nos da la información que necesitamos para confirmar si se trata de una exóstosis de oído.
Pruebas de imagen para confirmar la excrecencia ósea
En algunos casos, cuando la exploración no es suficiente o queremos valorar la extensión exacta de la lesión, pedimos pruebas de imagen:
- TC (tomografía computarizada) 📸: es la técnica más precisa para ver el grado de estrechamiento y diferenciar entre una exóstosis y un osteoma de oído.
- Audiometría: nos ayuda a comprobar si el crecimiento óseo está afectando a la audición.
- Pruebas complementarias: en situaciones específicas se pueden usar otras imágenes para descartar problemas asociados.
Gracias a estas pruebas podemos diseñar el tratamiento más adecuado y decidir si basta con control y prevención, o si será necesario valorar una cirugía de exóstosis auditiva en el futuro.
Tratamientos para la exóstosis de oído
La exóstosis de oído no desaparece sola, pero sí existen diferentes formas de controlarla y aliviar sus consecuencias.
El enfoque dependerá de la gravedad de los síntomas, el grado de estrechamiento del canal y tu estilo de vida.
En algunos casos bastará con medidas preventivas y cuidados médicos, mientras que en otros la cirugía será la mejor solución.
Opciones no quirúrgicas para aliviar síntomas de la exóstosis auditiva
Cuando el crecimiento óseo es leve, lo más recomendable es un seguimiento periódico acompañado de medidas sencillas que reducen las molestias:
- Protección frente al agua fría 🏊: usar tapones especiales o gorros de neopreno al practicar surf, natación o buceo ayuda a frenar la progresión del problema.
- Limpiezas periódicas en consulta 👨⚕️: al estrecharse el canal, el cerumen queda retenido con mayor facilidad. Retirarlo de forma profesional evita infecciones y la sensación de oído tapado.
- Tratamiento de las otitis externas: en caso de infecciones recurrentes, se usan gotas antibióticas o antiinflamatorias para controlar la inflamación.
- Revisiones otorrinolaringológicas: sirven para vigilar si la excrecencia ósea en el canal auditivo sigue creciendo y valorar la necesidad de cirugía más adelante.
Estas medidas no eliminan la exóstosis, pero sí permiten convivir con ella cuando los síntomas son leves.

¿Cuándo es necesaria una cirugía de exóstosis auditiva?
Cuando la exóstosis de oído alcanza un punto en el que el canal auditivo queda demasiado estrecho y los síntomas son persistentes, la solución definitiva es la cirugía.
Este procedimiento se llama canaloplastia.
La operación consiste en eliminar el hueso que ha crecido de forma anómala dentro del conducto auditivo.
Para hacerlo, el otorrino accede al canal con instrumental muy preciso y, en muchos casos, utiliza una herramienta similar a una fresadora quirúrgica 🛠️, diseñada para desgastar poco a poco el exceso de hueso sin dañar el tejido sano.
El objetivo es ensanchar de nuevo el canal auditivo, devolviendo espacio para que el sonido, el aire y el agua circulen con normalidad.
📌 Lo que debes saber sobre la cirugía:
- Se hace con anestesia, normalmente general, para que estés cómodo y sin dolor.
- Es un procedimiento seguro, realizado con microscopio o endoscopio para tener una visión clara de la zona.
- El tiempo de recuperación suele ser de unas semanas, durante las cuales recomendamos evitar deportes acuáticos hasta que el oído esté completamente cicatrizado.
- Los resultados son muy buenos: mejora la audición, desaparece la sensación de oído tapado y se reducen las infecciones.
Se indica especialmente cuando la exóstosis provoca pérdida de audición progresiva, infecciones repetidas o bloqueos que interfieren en tu vida diaria.
En deportistas acuáticos es habitual recomendarla antes de que el problema avance demasiado, ya que el riesgo de complicaciones es mayor.
Tratamiento del Oído de surfista en Bilbao: Confía en CIO Salud
Si vives en la costa, practicas surf o pasas mucho tiempo en el agua fría, es muy probable que ya hayas oído hablar de la exóstosis de oído.
En nuestra consulta de Bilbao tratamos a diario a pacientes que llegan con molestias después de años disfrutando del mar: sensación de oído taponado, infecciones repetidas o pérdida progresiva de audición.
Como otorrinos especializados en exóstosis auditiva, conocemos bien este problema y sabemos cómo abordarlo, tanto con medidas preventivas como con cirugía cuando es necesario.
La geografía de nuestra zona hace que sea algo muy habitual, sobre todo entre surfistas y amantes de los deportes acuáticos.
No esperes a que la situación empeore ni te resignes a convivir con las molestias.
Pide cita con nuestro equipo en Bilbao y te asesoraré de manera personalizada.
Evaluaremos tu caso, resolveremos tus dudas y encontraremos la mejor solución para proteger tu audición y que sigas disfrutando del mar sin miedo a que tus oídos sufran las consecuencias.

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