El reflujo laringofaríngeo se manifiesta mediante irritación de garganta, tos persistente y alteraciones en la voz, afectando notablemente la vida diaria de quienes lo padecen. Se trata de algo muy común, por lo que hoy, desde la Unidad de Otorrinolaringología de CIO Salud, queremos aportar algo de luz y ofreceros algunos consejos muy útiles y posibles tratamientos en clínica. ¿Nos acompañas?
¿Qué es el reflujo laringofaríngeo?
El reflujo laringofaríngeo (RFL) ocurre cuando el ácido estomacal y otros contenidos del estómago fluyen hacia arriba, hacia la faringe (garganta) y la laringe (caja vocal), lo que puede provocar irritación y síntomas muy molestos. A diferencia del reflujo gastroesofágico más conocido, que afecta principalmente al esófago y se manifiesta con acidez, el reflujo laringofaríngeo puede no causar síntomas digestivos evidentes, lo que a veces complica su diagnóstico.
Este trastorno aparece cuando el esfínter esofágico superior, que normalmente actúa como una barrera para prevenir el flujo inverso de los contenidos estomacales, no funciona adecuadamente. Como resultado, sustancias como el ácido y las enzimas del estómago pueden dañar los tejidos delicados de la garganta y la laringe, llevando a una variedad de síntomas que pueden incluir sensación de tener un nudo en la garganta, tos crónica, cambios en la voz, dificultad para tragar y, en algunos casos, sensaciones de ardor o dolor en la garganta.
¿Cómo son sus síntomas?
Los síntomas del reflujo laringofaríngeo más frecuentes son estos:
- Sensación de un nudo en la garganta: Muchas personas describen una sensación persistente de tener algo atorado en la garganta, lo que puede provocar molestias constantes o la necesidad de “tragar” repetidamente para intentar aliviar esta sensación.
- Tos crónica: Una tos seca y constante que no se debe a un resfriado o alergias puede ser un indicador de reflujo laringofaríngeo. Esta tos es a menudo más pronunciada por la mañana o después de las comidas.
- Cambios en la voz: La irritación crónica de la laringe puede llevar a una voz ronca o áspera. Puedes notar que tu voz se fatiga fácilmente o que suena diferente de lo habitual.
- Dificultad para tragar (disfagia): Puede haber una sensación de que los alimentos se “atascan” al tragar. Este síntoma puede variar de leve a severo y a menudo es más notable con alimentos sólidos.
- Sensación de ardor o dolor en la garganta: Similar a la sensación de “quemadura” que se experimenta con la acidez, pero localizada en la garganta. Esta sensación puede intensificarse después de comer o al acostarse.
- Halitosis (mal aliento): El reflujo de contenido ácido y otros materiales del estómago puede causar un olor desagradable en la boca, no atribuible a la higiene dental.
- Regurgitación de alimentos o sabor ácido en la boca: Puede ocurrir un retorno de alimentos o líquidos hacia la boca, dejando un sabor agrio o amargo.
- Sensación de congestión en la garganta: Puedes sentir que tu garganta está constantemente congestionada o inflamada, lo que puede dificultar la respiración cómodamente.
- Problemas respiratorios: En algunos casos, el reflujo laringofaríngeo puede provocar síntomas respiratorios como dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho, especialmente si el ácido refluido llega a las vías respiratorias.
- Frecuentes carraspeos o necesidad de aclarar la garganta: Este es un intento de aliviar la irritación o la sensación de acumulación de mucosidad en la garganta, provocada por el flujo constante de contenido ácido desde el estómago.
¿Qué causa el reflujo laringofaríngeo?
Como hemos adelantado antes, esta condición es el resultado de que los mecanismos de barrera del tracto digestivo superior no funcionen adecuadamente. Esto pueden provocarlo diferentes situaciones o hábitos:
- Disfunción del esfínter esofágico superior: Este esfínter actúa como una válvula que se abre para permitir que el alimento pase del esófago al estómago y se cierra para evitar que los contenidos gástricos suban. Cuando este esfínter no funciona correctamente, permite el paso retrógrado de los contenidos estomacales hacia la garganta.
- Aumento de la presión abdominal: Factores como la obesidad, el embarazo o llevar ropa muy ajustada pueden incrementar la presión dentro del abdomen, empujando el contenido del estómago hacia arriba contra el esfínter esofágico inferior, y en casos de RLF, superando también al esfínter esofágico superior.
- Dieta y hábitos alimenticios: El consumo de ciertos alimentos y bebidas puede relajar el esfínter esofágico inferior, facilitando el reflujo. Alimentos grasos, picantes, cítricos, chocolate, cafeína y alcohol son conocidos por su capacidad para provocar reflujo.
- Tabaquismo: Fumar puede relajar los esfínteres esofágicos y disminuir la producción de saliva, que ayuda a neutralizar el ácido estomacal.
- Hernia de hiato: Una hernia hiatal ocurre cuando una parte del estómago se desplaza hacia arriba, a través del diafragma hacia el pecho, lo que puede facilitar el reflujo de los contenidos estomacales.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, incluyendo antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), ciertos relajantes musculares, medicamentos para la presión arterial y algunos antidepresivos, pueden provocar o empeorar el reflujo.
- Retraso en el vaciamiento gástrico: Cuando el estómago tarda más de lo normal en vaciar su contenido hacia el intestino delgado, puede aumentar el riesgo de reflujo hacia el esófago y más allá.
- Estilo de vida y hábitos de sueño: Comer justo antes de acostarse, dormir en una posición que no favorezca la gravedad para mantener los contenidos estomacales en su lugar, o no elevar la cabeza de la cama pueden contribuir al desarrollo del RLF.
Consejos útiles para aliviar el reflujo
Para manejar y aliviar los síntomas del reflujo laringofaríngeo, es imprescindible adoptar cambios en el estilo de vida y seguir ciertos consejos prácticos. Estas modificaciones pueden ayudar a reducir la frecuencia y severidad del reflujo, mejorando así tu bienestar general:
- Modifica tu dieta:
- Evita alimentos y bebidas que desencadenen el reflujo, como comidas picantes, grasosas, cítricos, chocolate, café y alcohol.
- Reduce el tamaño de las porciones en cada comida para evitar llenar demasiado el estómago.
- Incorpora más alimentos alcalinos que puedan neutralizar el ácido estomacal, como verduras, bananas y avena.
- Mantén un peso saludable:
- El exceso de peso puede aumentar la presión sobre el estómago, empujando el contenido ácido hacia arriba. Perder peso puede aliviar esta presión y reducir los episodios de reflujo.
- Deja de fumar:
- El tabaco puede relajar el esfínter esofágico superior e inferior, facilitando el reflujo de ácido. Abandonar el hábito de fumar puede mejorar significativamente los síntomas.
- Evita acostarte inmediatamente después de comer:
- Espera al menos tres horas después de comer antes de acostarte o recostarte para dar tiempo a tu estómago de digerir los alimentos.
- Eleva la cabecera de tu cama:
- Usar bloques o almohadas para elevar la cabecera de la cama 6 a 8 pulgadas puede ayudar a prevenir el reflujo nocturno.
- Viste ropa holgada:
- Evita cinturones apretados y ropa que presione el abdomen, ya que pueden aumentar la presión sobre el estómago y favorecer el reflujo.
- Considera el uso de medicamentos:
- Aunque los cambios en el estilo de vida son fundamentales, en algunos casos pueden ser necesarios medicamentos. Los antiácidos, los inhibidores de la bomba de protones o los bloqueadores H2 pueden ayudar a controlar la producción de ácido. Siempre consulta a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico.
- Mantén un diario de alimentos y síntomas:
- Llevar un registro puede ayudarte a identificar alimentos o actividades específicas que desencadenan tus síntomas de reflujo, facilitando su evitación en el futuro.
- Practica técnicas de relajación:
- El estrés puede agravar los síntomas del reflujo laringofaríngeo. Técnicas como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración pueden ayudar a manejar el estrés y reducir los episodios de reflujo.
- Consulta a un especialista:
- Si los síntomas persisten a pesar de seguir estos consejos, es importante consultar a un especialista en otorrinolaringología. Los médicos podemos ofrecerte un diagnóstico preciso y recomendarte tratamientos avanzados o ajustes específicos en tu tratamiento.
Tratamiento del reflujo laringofaríngeo
El tratamiento del reflujo laringofaríngeo (RLF) se enfoca en aliviar los síntomas y prevenir el daño a la garganta y a las vías respiratorias superiores. Aquí te detallamos varias estrategias de tratamiento, combinando los cambios en el estilo de vida que ya hemos mencionado, medicamentos y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas:
Medicamentos
Los profesionales médicos podemos recomendarte algunos medicamentos muy eficaces en el alivio del este reflujo, pero recuerda no automedicarte y consultar siempre con expertos:
- Antiácidos: Pueden proporcionar alivio temporal neutralizando el ácido estomacal.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Reducen la producción de ácido estomacal y son efectivos en el manejo a largo plazo del RLF. Por ejemplo, omeprazol.
- Bloqueadores H2: Disminuyen la cantidad de ácido producido por el estómago.
- Procinéticos: Aunque menos comunes, pueden ser utilizados para mejorar el vaciamiento del estómago y reducir la probabilidad de reflujo.
Tratamientos Quirúrgicos
En casos donde el tratamiento médico no es suficiente para controlar los síntomas del RLF, o cuando existen complicaciones como una hernia hiatal, puede considerarse la cirugía. Las opciones incluyen:
- Fundoplicatura de Nissen: Un procedimiento quirúrgico en el que la parte superior del estómago se envuelve alrededor del esófago inferior para fortalecer el esfínter esofágico y prevenir el reflujo.
- Cirugía de hernia hiatal: Si el RLF es causado por una hernia hiatal, corregir la hernia puede aliviar los síntomas.
Terapias Alternativas y Complementarias
Algunas personas encuentran alivio en terapias complementarias como:
- Acupuntura: Hay evidencias que sugieren que la acupuntura puede ayudar a reducir los síntomas del reflujo.
- Suplementos y hierbas: Aloe vera, regaliz (DGL) y otros suplementos han sido propuestos como posibles ayudas para reducir los síntomas del RLF, aunque se debe proceder con precaución y consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo.
Recupera tu Voz y Bienestar: Soluciones para el Reflujo Laringofaríngeo en CIO Salud
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