La dificultad para llenar bien los pulmones, la sensación de que te falta aire o el agotamiento al respirar pueden mejorar con ejercicios de fisioterapia respiratoria. Trabajando la musculatura implicada en la respiración puedes recuperar control, fuerza y comodidad en cada inhalación.
Hoy, desde la Unidad de Fisioterapia Respiratoria de CIO Salud quiero explicarte cómo hacer ejercicios para respirar mejor paso a paso y qué beneficios reales puedes notar en tu día a día.
Ejercicios de fisioterapia respiratoria, ¿funcionan?
Cuando tu respiración se vuelve corta, irregular o poco profunda, tu cuerpo lo nota.
Hablas menos, te mueves con más esfuerzo y acabas cansado antes de tiempo.
Por eso, trabajar con ejercicios de fisioterapia respiratoria no es solo útil en situaciones muy concretas, como tras una infección pulmonar o una cirugía torácica: también sirve para ayudarte a recuperar el control de tu aire en el día a día.
Qué ocurre cuando la respiración se vuelve limitada
Respirar mal no siempre significa tener una enfermedad grave. A veces basta con acumular tensión en la zona alta del tórax, pasar por un periodo de reposo prolongado o respirar demasiado rápido y de forma superficial durante mucho tiempo.
Esto hace que tu cuerpo tenga que hacer un sobreesfuerzo para realizar una función básica como es ventilar bien.
Con el tiempo, esta forma ineficaz de respirar puede provocar:
- Menor oxigenación, lo que se traduce en cansancio físico y mental
- Uso excesivo de musculatura accesoria, como cuello y hombros, que no están diseñados para sostener la respiración
- Sensación de falta de aire aunque no haya un problema pulmonar de base
- Pérdida de capacidad pulmonar funcional, simplemente por falta de uso
Los ejercicios de fisioterapia respiratoria están diseñados para revertir este proceso de forma progresiva y adaptada a cada persona.
Causas frecuentes de la fatiga al respirar
No siempre es fácil identificar por qué respirar empieza a costarte más.
Muchas veces no hay una única causa, sino varios factores que se van sumando.
Estos son los más comunes que suelo ver en consulta:
✅ Respiración torácica alta mantenida durante el día, sin activar el diafragma
✅ Desentrenamiento, tras semanas de sedentarismo, enfermedades respiratorias o periodos de convalecencia
✅ Uso excesivo del habla, que fatiga la musculatura respiratoria sin darte cuenta
✅ Ansiedad o estrés, que alteran el patrón respiratorio natural
✅ Postura inadecuada, sobre todo si pasas muchas horas encorvado o sentado
Todo esto afecta a cómo entra y sale el aire, y te lleva a un bucle de respiración poco eficaz.
La buena noticia es que se puede reeducar con técnicas muy concretas.

Cómo afecta la musculatura respiratoria a tu capacidad pulmonar
Respirar bien depende en gran parte de que los músculos implicados estén activos y coordinados.
El más importante es el diafragma, que actúa como motor principal. Pero también hay otros músculos que intervienen: los intercostales, los abdominales, los serratos…
Cuando estos músculos no trabajan de forma armónica:
🚫 Entra menos aire con cada inspiración
🚫 Tienes que respirar más veces por minuto para compensar
🚫 Sientes fatiga al realizar esfuerzos mínimos
🚫 Aparece la sensación de “respirar mal” sin saber por qué
Los ejercicios de fisioterapia respiratoria están pensados para mejorar este rendimiento muscular, no solo fortaleciendo, sino también reeducando el movimiento para que cada inspiración sea más eficaz y cada espiración vacíe mejor los pulmones.
Entrenar la musculatura respiratoria no es solo cosa de deportistas o pacientes graves.
Es útil para ti si sientes que te fatigas con facilidad o que tu respiración ya no es la de antes.

Técnicas para mejorar la respiración
Respirar bien no es solo cuestión de llenar los pulmones. Se trata de hacerlo de forma consciente, con ritmo, usando los músculos adecuados y asegurando que el aire que entra sea realmente aprovechado.
Aquí es donde los ejercicios de fisioterapia respiratoria marcan la diferencia: no buscan que respires más, sino que lo hagas mejor.
Respiración diafragmática y control del aire
La respiración diafragmática es una de las herramientas más efectivas cuando necesitas volver a tomar el control de tu aire.
Es el patrón más natural y fisiológico, pero muchas personas lo han perdido con los años sin darse cuenta.
Así puedes empezar a entrenarla:
Ejercicio | Objetivo principal | Cómo se realiza |
---|---|---|
Respiración diafragmática | Activar el diafragma y aumentar el volumen inspiratorio | Colócate tumbado o sentado. Coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen. Inhala por la nariz llevando el aire hacia el abdomen y exhala lentamente por la boca. |
Respiración con labios fruncidos | Prolongar la espiración y mejorar el vaciado pulmonar | Inspira por la nariz y exhala lentamente por la boca con los labios semicerrados, como si soplaras una vela sin apagarla. |
Inspirómetro incentivador | Aumentar la capacidad pulmonar | Exhala completamente. Coloca la boquilla y realiza una inspiración lenta y profunda intentando mantener el marcador elevado. Repite varias veces. |
Ejercicio con globo | Mejorar fuerza espiratoria | Inspira por la nariz y luego sopla lentamente dentro de un globo hasta vaciar bien los pulmones. Descansa y repite. |
Control de ritmo respiratorio | Reducir la frecuencia respiratoria | Inhala contando hasta 4, mantén el aire 2 segundos, exhala contando hasta 6. Mantén un ritmo suave y constante. |
Espirometría con botella de agua | Trabajar presión espiratoria y control del flujo | Llena una botella con agua, introduce una pajita y sopla lentamente dentro. Mantén las burbujas estables durante al menos 5 segundos. |
Estiramiento costal lateral | Mejorar movilidad de la caja torácica | Con los brazos sobre la cabeza, inclínate hacia un lado y mantén la postura respirando profundamente, sintiendo la expansión de las costillas. |
Tos dirigida | Facilitar la limpieza bronquial | Inspira profundamente, aguanta el aire 2 segundos, y realiza una tos controlada, sin forzar, para movilizar secreciones. |
Ejercicio de “SSSS” prolongada | Dosificar el aire y fortalecer espiración | Inhala por la nariz y suelta el aire haciendo una “ssss” continua y prolongada, intentando mantener un flujo uniforme. |
Movilización torácica activa | Aumentar amplitud respiratoria | Realiza círculos amplios con los brazos al ritmo de la respiración. Inspira al abrir los brazos y exhala al cerrarlos. |
Este tipo de respiración permite movilizar más volumen de aire con menos esfuerzo y mejora la oxigenación.
Es especialmente útil en casos de respiración entrecortada, baja capacidad pulmonar o fatiga respiratoria leve.
El control del aire también es clave. No sirve de nada llenar mucho si luego lo expulsas en un segundo.
Por eso, combinamos esta técnica con ejercicios de espiración lenta y dosificada, que ayudan a que tu musculatura trabaje con más precisión y menos desgaste.
Uso de inspirómetro y otros ejercicios sencillos
Cuando buscamos entrenar la capacidad pulmonar de forma más guiada, utilizamos dispositivos como el inspirómetro, un aparato muy sencillo pero muy útil para evaluar y mejorar el volumen de aire que eres capaz de movilizar.
¿Cómo se usa un inspirómetro?
✅ Exhalas completamente antes de empezar
✅ Colocas la boquilla en la boca y haces una inspiración profunda y lenta
✅ El objetivo es elevar el émbolo o marcador tanto como puedas, manteniendo la posición unos segundos
✅ Se repite varias veces al día, según pauta
Este tipo de entrenamiento es común en rehabilitación respiratoria, postoperatorios torácicos o personas con enfermedades pulmonares crónicas, pero también puede ayudarte si simplemente te falta aire al mínimo esfuerzo.
Otros ejercicios útiles que solemos incluir dentro del plan de ejercicios de fisioterapia respiratoria son:
- Espiración con labios fruncidos (para alargar el tiempo de salida del aire)
- Ejercicios con globos o botellas (para trabajar presión y volumen)
- Movilización torácica con estiramientos suaves (para liberar restricciones de la caja torácica)
Son técnicas sencillas, pero bien aplicadas consiguen que vuelvas a respirar con soltura, sin la sensación constante de ir justo de aire.

Cómo saber si necesitas fisioterapia respiratoria
Como te decía antes, no hace falta tener una enfermedad respiratoria diagnosticada para beneficiarte de los ejercicios de fisioterapia respiratoria.
Muchas veces, los signos de alerta aparecen en el día a día: cuesta hablar sin parar a tomar aire, el pecho se carga con facilidad o hay fatiga tras esfuerzos leves.
Y eso, con el tiempo, limita más de lo que parece.
Signos de que respiras mal
Respirar mal no siempre se nota en reposo. Muchas personas compensan sin darse cuenta y no lo perciben hasta que el cuerpo empieza a dar señales.
Estos son algunos síntomas que te pueden indicar que tu respiración no está funcionando como debería:
🚩 Te fatigas al caminar o subir escaleras, aunque estés en forma
🚩 Necesitas tomar aire con frecuencia al hablar
🚩 Tienes sensación de opresión torácica o aire insuficiente
🚩 Usas el cuello o los hombros al respirar, especialmente en reposo
🚩 Notas que respiras más rápido de lo normal sin estar agitado
🚩 Aparecen mareos o sensación de falta de control respiratorio
Cuando la musculatura respiratoria no trabaja de forma coordinada, cada inspiración se vuelve menos eficaz y tu cuerpo tiene que compensar con más esfuerzo.
Los ejercicios de fisioterapia respiratoria están precisamente orientados a reeducar ese patrón y devolverle a la respiración su función natural: ser automática, completa y sin esfuerzo.
Cuándo conviene consultar a un especialista en fisioterapia respiratoria
Si alguno de los signos anteriores te resuena, es el momento de valorar una consulta.
Pero además, hay situaciones concretas donde los ejercicios de fisioterapia respiratoria son especialmente recomendables:
✅ Recuperación tras una infección respiratoria (COVID, gripe, bronquitis)
✅ Postoperatorios torácicos o abdominales
✅ Enfermedades pulmonares crónicas (EPOC, asma, fibrosis)
✅ Voz fatigada o dificultad para hablar sin quedarte sin aire
✅ Tensión torácica asociada a estrés o ansiedad
✅ Deportistas que quieren mejorar su rendimiento respiratorio
✅ Personas mayores con disminución progresiva de su capacidad pulmonar
Los fisioterapeutas respiratorios no solo te enseñamos a respirar mejor.
También detectamos errores posturales, bloqueos musculares o patrones respiratorios ineficaces que muchas veces están detrás de esa sensación de fatiga constante.

Qué trabajamos contigo desde la Fisioterapia Respiratoria en CIO Salud
Cuando vienes a consulta, lo primero que hacemos es escucharte.
Analizo cómo respiras, cómo se comporta tu cuerpo ante el esfuerzo y qué síntomas te están limitando.
A partir de ahí, trazamos un plan individualizado con ejercicios de fisioterapia respiratoria que se ajustan a lo que tú necesitas.
En nuestras sesiones trabajamos contigo para:
✅ Recuperar un patrón respiratorio funcional y adaptado a tu día a día
✅ Mejorar la fuerza y resistencia de tu musculatura respiratoria
✅ Aprender a gestionar el aire de forma eficaz al hablar, moverte o hacer ejercicio
✅ Disminuir la sensación de fatiga o falta de aire
✅ Reforzar tu capacidad pulmonar y prevenir complicaciones respiratorias futuras
Combinamos técnicas manuales, entrenamiento respiratorio activo, ejercicios prácticos y educación postural para que tu respiración vuelva a ser lo que debería: automática, estable y sin esfuerzo.
Desde la Unidad de Fisioterapia Respiratoria trabajamos en coordinación con el equipo de Logopedia y Otorrinolaringología para darte una atención global y ayudarte a recuperar el bienestar desde la base: tu respiración.

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