El trismus dental puede convertir algo tan simple como abrir la boca o masticar en un gesto doloroso y limitado.
Tal vez notes que tu mandíbula se “bloquea”, que cuesta bostezar o incluso hablar con normalidad. Esta rigidez no aparece por casualidad: suele estar relacionada con contracturas musculares, inflamación en la articulación temporomandibular o incluso con tratamientos dentales recientes.
Desde la Unidad de Fisioterapia de CIO Salud hoy quiero explicarte por qué ocurre, cómo lo tratamos desde la fisioterapia y qué puedes hacer para recuperar la movilidad de tu mandíbula sin dolor.
¿Qué es el trismus dental y cómo afecta a la mandíbula?
El trismus dental es una limitación en la apertura de la boca que puede dificultar gestos tan cotidianos como hablar, masticar o bostezar.
Cuando ocurre, los músculos de la mandíbula se tensan o bloquean, impidiendo que la articulación temporomandibular (ATM) se mueva con libertad. A veces el bloqueo es leve, pero en otros casos el dolor y la rigidez hacen casi imposible abrir la boca con normalidad.
Aunque suele relacionarse con procedimientos odontológicos (como extracciones o tratamientos prolongados), también puede aparecer por tensión muscular, bruxismo o inflamación de la articulación mandibular.
Si alguna vez has sentido que tu mandíbula “se queda enganchada” o notas que cada movimiento requiere esfuerzo, probablemente estés experimentando un cuadro de limitación mandibular similar al trismus dental.
Diferencia entre trismus y bloqueo mandibular
No es raro confundir ambos términos, pero tienen matices distintos.
- El trismus dental implica una reducción progresiva de la apertura bucal, generalmente causada por espasmo o rigidez en los músculos masticatorios (masetero, temporal, pterigoideos…).
- El bloqueo mandibular, en cambio, se da cuando la articulación se queda “atascada” de forma súbita, como si una pieza mecánica no encajara bien. Suele deberse a un desplazamiento del disco articular de la ATM o a una alteración mecánica del propio cóndilo mandibular.
👉 En pocas palabras: el trismus es muscular; el bloqueo, articular. Aun así, ambos pueden coexistir y provocar el mismo síntoma principal: dificultad para abrir la boca.

¿Por qué me cuesta abrir la boca?
La causa principal está en la tensión excesiva de los músculos masticatorios.
Estos músculos trabajan constantemente: al comer, hablar, e incluso mientras dormimos si existe bruxismo.
Cuando se sobrecargan o se inflaman, pierden elasticidad y “frenan” el movimiento natural de la mandíbula.
Otros factores frecuentes son:
- Procesos inflamatorios tras tratamientos dentales o infecciones locales.
- Lesiones en la articulación temporomandibular (ATM) por traumatismos o cirugía.
- Trastornos del estrés o ansiedad, que generan un aumento involuntario de la presión mandibular.
- Mala postura cervical o tensión en cuello y hombros, que altera el equilibrio muscular de toda la zona craneocervical.
Cuando se combina alguno de estos factores, la articulación empieza a moverse con limitación y dolor.
Aquí es donde la fisioterapia juega un papel fundamental: evaluar qué estructura está implicada y trabajarla de manera precisa para recuperar la movilidad sin provocar más irritación.

Causas más frecuentes del trismus mandibular
El trismus dental no aparece de un día para otro. Detrás de esta limitación mandibular suele haber una combinación de tensión muscular, alteraciones articulares o incluso secuelas de tratamientos dentales.
Por esta razón es muy importante identificar la causa exacta para diseñar un tratamiento fisioterapéutico y evitar que el problema se cronifique.
Aunque ya te he mencionado por encima las causas del trismus mandibular, te explico con más detalle qué suele estar detrás de esta afección.
1. Contracturas musculares y tensión mandibular
La causa más habitual es una contractura en los músculos masticatorios, especialmente el masetero y el temporal, encargados de abrir y cerrar la boca.
Cuando estos músculos se sobrecargan —ya sea por apretar los dientes, masticar con fuerza o mantener posturas prolongadas— se acortan y pierden elasticidad.
Esa tensión continua provoca que la mandíbula no se abra con la misma amplitud y aparezca dolor o rigidez al movimiento.
En consulta, muchos pacientes describen la sensación como si la mandíbula “se quedara enganchada” al intentar bostezar o comer.
💡 Un dato importante: la musculatura de la mandíbula está muy relacionada con la del cuello y los hombros. Por eso, una mala postura o un exceso de tensión cervical puede influir directamente en el movimiento mandibular.
2. Secuelas tras tratamientos dentales o cirugía oral
Otra causa frecuente del trismus dental son las intervenciones odontológicas prolongadas. Mantener la boca abierta durante mucho tiempo, como en extracciones de cordales, empastes extensos o cirugías orales, puede irritar los músculos y tejidos de la zona.
En algunos casos, también se produce una inflamación temporal de la articulación temporomandibular (ATM) o de los ligamentos cercanos, lo que limita el movimiento posterior.
Además, si ha existido una inyección anestésica profunda en la zona del masetero o pterigoideo interno, puede haber un pequeño espasmo muscular reflejo que mantiene la mandíbula “cerrada” durante días.
🦷 Este tipo de trismus dental suele mejorar con fisioterapia mandibular y ejercicios suaves de movilidad, siempre acompañados de técnicas de calor local y estiramientos progresivos.

3. Estrés y bruxismo como desencadenantes
El estrés es, sin duda, uno de los grandes responsables de la tensión mandibular.
En momentos de ansiedad o nerviosismo, muchas personas aprietan los dientes sin darse cuenta —sobre todo por la noche—, generando una sobrecarga continua en los músculos que abren y cierran la boca.
Con el tiempo, este hábito (conocido como bruxismo) puede provocar dolor al masticar, rigidez matutina y limitación en la apertura bucal.
Lo más llamativo es que el trismus no solo aparece por el esfuerzo físico, sino por la respuesta del cuerpo al estrés. La mandíbula actúa como una “válvula de escape” de la tensión emocional.
👉 Por eso, el abordaje del trismus dental debe incluir tanto la terapia manual sobre la articulación y los músculos como técnicas de relajación y control del estrés, esenciales para evitar recaídas.
Causa del trismus dental | Qué ocurre en la mandíbula | Factores asociados o detonantes | Consejo del fisioterapeuta |
---|---|---|---|
Contracturas musculares | Los músculos masticatorios (masetero, temporal, pterigoideo) se acortan y pierden elasticidad. | Apretar los dientes, masticar chicle con frecuencia, hablar durante horas o mantener posturas tensas. | Aplica calor local en la zona y realiza estiramientos suaves guiados para recuperar elasticidad. |
Tensión cervical o postural | La musculatura del cuello y la mandíbula trabajan de forma conjunta; la sobrecarga cervical limita la apertura bucal. | Uso prolongado del ordenador, mirar el móvil con la cabeza inclinada, estrés postural. | Ajusta la postura cervical y realiza ejercicios de movilidad de cuello y mandíbula combinados. |
Tratamientos dentales prolongados | Mantener la boca abierta durante mucho tiempo provoca inflamación muscular o articular. | Extracción de muelas del juicio, empastes o limpiezas extensas. | Haz pausas y ejercicios mandibulares tras el tratamiento para evitar rigidez. |
Cirugías orales o anestesia profunda | El traumatismo mecánico o la infiltración anestésica irritan músculos o ligamentos cercanos. | Intervenciones quirúrgicas, manipulación de tejidos blandos. | Aplica movilización temprana y fisioterapia suave para evitar adherencias. |
Inflamación o irritación articular (ATM) | La articulación temporomandibular se inflama y pierde movilidad. | Bruxismo, infección dental o golpes en la mandíbula. | Realiza técnicas de descarga articular y evita masticar alimentos duros. |
Bruxismo o estrés mantenido | Tensión constante de los músculos que cierran la boca, incluso durante el sueño. | Estrés emocional, ansiedad, alteraciones del sueño. | Usa férula de descarga si es necesario y trabaja el control del estrés y la respiración. |
Traumatismos faciales o cervicales | El impacto provoca una respuesta refleja de protección muscular. | Caídas, accidentes o golpes en la mandíbula. | No fuerces la apertura; combina terapia manual con ejercicios de movilidad progresiva. |
Infecciones odontogénicas o inflamación local | Los tejidos blandos cercanos a la mandíbula se inflaman y dificultan el movimiento. | Abscesos dentales, procesos infecciosos en boca o garganta. | Acude al dentista y, una vez controlada la infección, inicia rehabilitación mandibular. |
Tratamiento fisioterapéutico del trismus dental
El tratamiento del trismus dental desde la fisioterapia busca algo más que aliviar el dolor: el objetivo es recuperar la movilidad mandibular, normalizar la función muscular y evitar que el problema reaparezca.
La articulación temporomandibular (ATM) es una estructura compleja que combina movimiento y fuerza, y requiere un trabajo preciso y guiado por un profesional.
Terapia manual y movilización de la articulación temporomandibular
En las primeras sesiones, suelo aplicar técnicas de terapia manual específica sobre la mandíbula y los músculos masticatorios.
Estas maniobras ayudan a reducir la tensión acumulada, mejorar la circulación local y liberar el movimiento articular.
👐 Las técnicas más utilizadas incluyen:
- Movilización intraoral y extraoral de la ATM, para aumentar la amplitud de apertura.
- Liberación de puntos gatillo en maseteros y pterigoideos, que suelen estar muy tensos en casos de limitación mandibular.
- Deslizamientos suaves del cóndilo mandibular, para devolver al disco articular su posición funcional.
Durante la sesión, la sensación puede ser intensa, pero nunca dolorosa. Lo importante es que poco a poco la mandíbula recupere su recorrido natural sin rigidez ni bloqueos.

Ejercicios específicos para mejorar la apertura bucal
La fisioterapia del trismus dental combina el trabajo manual con ejercicios activos, diseñados para que tú mism@ mantengas y amplíes los resultados entre sesiones.
💪 Algunos ejercicios recomendados son:
- Apertura asistida con control: abrir la boca lentamente hasta el límite sin dolor, manteniendo unos segundos y repitiendo varias veces.
- Deslizamiento lateral suave: mover la mandíbula hacia un lado y otro para liberar adherencias musculares.
- Ejercicio con resistencia leve: colocar un dedo entre los dientes y empujar suavemente hacia abajo para mejorar la amplitud progresiva.
Estos movimientos no deben forzarse. Lo importante no es abrir más, sino abrir mejor, de manera simétrica y sin dolor.
Técnicas de estiramiento y automasaje mandibular
Entre sesiones, recomiendo incorporar automasajes y estiramientos específicos que puedes realizar tú mismo en casa:
🧘♀️ Automasaje del masetero: coloca los dedos índice y medio justo delante del oído y realiza movimientos circulares, presionando suavemente hacia dentro.
💆 Estiramiento suave de mandíbula: introduce dos dedos (índice y corazón) entre los dientes y mantén la apertura unos segundos, sin llegar al dolor.
🌡️ Aplicación de calor local antes del masaje: ayuda a relajar los tejidos y mejora la elasticidad muscular.
Con la práctica regular, notarás que el movimiento es más fluido y el dolor disminuye.

Ejercicios guiados para reducir la rigidez muscular
Cuando el trismus dental es más persistente, trabajamos con ejercicios guiados en consulta para reeducar la coordinación entre los músculos del cuello, la mandíbula y la lengua.
Este trabajo integral es clave, ya que una mandíbula rígida suele acompañarse de tensión cervical o postural.
🎯 En consulta solemos aplicar:
- Ejercicios de coordinación mandibular frente al espejo, para recuperar la simetría al abrir y cerrar.
- Técnicas respiratorias, que ayudan a reducir la tensión general y facilitan la relajación muscular.
- Reeducación postural mandibular, para integrar la apertura correcta en la vida diaria (hablar, masticar, bostezar).
Cada sesión está pensada para que avances sin miedo al movimiento. Con constancia, la mayoría de los pacientes recuperan la apertura completa en pocas semanas, siempre que sigan las pautas en casa.
Fisioterapeuta en Bilbao: Confía en CIO Salud
Si notas que tu mandíbula se tensa, cuesta abrir la boca o sientes dolor al masticar, ¡actúa!
El trismus dental mejora notablemente con un tratamiento fisioterapéutico adecuado y ejercicios guiados.
En la Unidad de Fisioterapia de CIO Salud te ayudamos a recuperar la movilidad mandibular y a eliminar esa rigidez que tanto limita tu día a día.
Podemos trabajar en consulta o mediante sesiones online, si prefieres hacerlo desde casa.
Lo importante es empezar a tiempo: cuanto antes abordes el problema, más rápido volverás a hablar, comer y sonreír sin molestias.

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