La enfermedad de Alzheimer no afecta únicamente a la memoria. Los cambios en la estructura cerebral provocan la pérdida progresiva de otras funciones cognitivas, como es el lenguaje o la disfagia orofaríngea. En ambas cuestiones, la labor del logopeda es esencial para conseguir, por un lado, que la persona pueda seguir comunicándose y, por otro, que lleve una alimentación saludable. En este artículo de CIO Salud nos vamos a centrar en la disfagia en enfermos de Alzheimer, cuáles son sus consecuencias y cómo mejorar esta situación.
Cómo es la disfagia en enfermos de Alzheimer
Uno de los síntomas más frecuentes en la tercera edad y también en los enfermos de Alzheimer es la disfagia orofaríngea. De hecho, se estima que el riesgo de desarrollar disfagia en enfermos de Alzheimer supera el 75% de los afectados por esta enfermedad. Sin embargo, a pesar de su gran relevancia y de la gravedad de sus posibles complicaciones, la disfagia en enfermos de Alzheimer es poco conocida y estudiada.
Concretamente, la disfagia es un síntoma que se refiere a la dificultad o imposibilidad para mover el bolo alimentario desde la boca al estómago. Es decir, la persona tiene dificultad para tragar alimentos sólidos, semisólidos y/o líquidos.
¿Por qué sucede esto? Pues porque, aunque la deglución es una función básica del organismo, es también un proceso neuromuscular muy complejo que requiere una coordinación muy precisa de movimientos voluntarios e involuntarios. Estos movimientos se realizan de forma rápida, compleja y semiautomática, y permiten que el bolo sea transportado desde la boca hasta llegar al estómago.
El acto de deglución lo hacemos más de mil veces a lo largo del día, incluso cuando dormimos, pero es necesario que la persona se encuentre en un estado de alerta cognitiva para que la deglución se realice de modo seguro, es decir, que no se perjudique a las vías respiratorias altas.
Se requiere, nada menos, que la coordinación de 26 músculos de la boca, faringe, laringe y esófago para conseguir que la faringe se reconfigure en milésimas de segundo y sea capaz de adaptarse para hacer las funciones deglutoria, respiratoria y de fonación.
Repercusiones de la disfagia en enfermos de Alzheimer
Las consecuencias de la disfagia en enfermos de Alzheimer pueden ser realmente graves, por lo que debemos estar pendientes de sus síntomas:
Desnutrición y deshidratación
Si la persona no puede tragar es evidente que se pueden desencadenar complicaciones como la desnutrición y la deshidratación, que afectan directamente a la salud y calidad de vida de la persona afectada.
Cuando existe disfagia en enfermos de Alzheimer, la dieta adecuada es todo un reto. Por lo tanto, es esencial llevar a cabo una la detección temprana y manejo de la disfagia para prevenir la desnutrición y la fragilidad de la persona.
Alteraciones de la respiración
Si la deglución no se realiza de forma correcta y segura, es posible que cause una aspiración a las vías respiratorias, pudiendo suponer un alto riesgo de neumonía y una elevada tasa de mortalidad.
Estas aspiraciones son normalmente silentes, por consiguiente, al ser asintomáticas, no pueden ser detectadas clínicamente y su diagnóstico precoz y prevención se basan en la evaluación endoscópica o radiológica de la deglución.
Hay que recalcar que cada fase evolutiva del Alzheimer exige estrategias diferentes. Por lo tanto, es esencial ponerse en manos de profesionales que puedan detectar el grado del problema y pautar las estrategias más adecuadas y personalizadas para minimizar los riesgos de aspiración, deshidratación y desnutrición, y asegurar una atención integral que disminuya la morbimortalidad ante una disfagia en enfermos de Alzheimer u otras demencias.
Síntomas de la disfagia
Existen determinados síntomas y signos que son observables y pueden ayudarnos a identificar si una persona puede presentar disfagia:
- Dificultad para controlar la salivación y las secreciones orales.
- Problemas para tragar con tos involuntaria.
- Ronquera, afonía u otros cambios en la calidad/tono de la voz.
- Carraspera frecuente.
- Menos movimientos de la boca y de la lengua.
- Se percibe que la lengua está algo caída.
- Pérdida de peso.
- Deshidratación.
- Infecciones respiratorios con mucha frecuencia.
- Colocación de la comida en los carrillos.
- Empleo de demasiado tiempo o demasiadas degluciones para conseguir tragar un bocado.
- Fatiga tras la ingesta de alimento o bebidas.
El papel del logopeda en la detección y tratamiento de la disfagia
Una de las características que acompaña a la disfagia, son las alteraciones de la voz. Esto sucede porque existe una proximidad anatómica y hace que la deglución y la voz estén fisiológicamente relacionadas. Por lo tanto, la alteración en una de estas funciones desencadena riesgos de aparición de la otra. En definitiva, a los problemas de disfagia en enfermos de Alzheimer se puede sumar la alteración en la comunicación, lo cual impacta directamente en la calidad de vida del paciente.
En ambos factores, tanto en los problemas de deglución como de comunicación, el logopeda juega un papel esencial en la detección y tratamiento. Por eso es muy importante que los familiares de las personas con Alzheimer y otras demencias conozcan el papel que desarrollamos los logopedas con el fin de facilitar y mejorar e incluso restablecer en muchos casos, la comunicación y el entendimiento entre ellos y el paciente.
Estos son algunos objetivos prácticos de los logopedas en la atención de los enfermos de Alzheimer:
- Tratar de promover actividades que permitan mejorar la independencia y autonomía del paciente.
- Estimular las capacidades mentales para que estas se mantengan el mayor tiempo posible.
- Evitar la desconexión de la persona con respecto a su entorno.
- Mejorar el rendimiento cognitivo y funcional todo lo posible, adecuando los tratamientos a la severidad del paciente.
- Acompañar y aconsejar a la familia en todos los aspectos que mejoren el cuidado del enfermo y la dinámica del cuidador familiar.
Para ello, los logopedas tratamos de estimular en todas las áreas cognitivas con técnicas psicólogo-cognitivas y del lenguaje mediante el entrenamiento de la memoria (adivinanzas, refranes, reconocer personas, …), musicoterapia, actividades manuales, estimulación del leguaje, … y ejercicios dirigidos a mejorar la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.
En cuanto al tratamiento de la disfagia en enfermos de Alzheimer, la terapia miofuncional tiene como objetivo reeducar las funciones estomatognáticas dependientes de la musculatura orofacial para que la persona tenga una alimentación oral segura y eficaz, manteniendo el nivel óptimo de hidratación y nutrición. Para ello, la rehabilitación logopédica que desarrollamos en CIO Salud se basa en realizar:
- Modificaciones dietéticas. Consiste en adaptar la textura de los alimentos sólidos y líquidos para tratar de mantener una alimentación lo más completa posible.
- Maniobras deglutorias.
- Maniobras posturales del cuello que mejoran la deglución como girar la cabeza hacia la parte débil manteniendo la barbilla metida.
En CIO Salud nuestra logopeda también trabaja en coordinación con el equipo de otorrinolaringólogos para tratar la pérdida auditiva o presbiacusia que, lógicamente, afecta a la comprensión verbal, y que se suma al deterioro de la comunicación del paciente con Alzheimer dificultando aún más las relaciones sociales.
Logopeda para Alzheimer en Bilbao
En CIO Salud nuestro equipo de logopedia, además de tratar el Alzheimer, también se encarga de la rehabilitación de un ictus y de otros tantos problemas relacionados con la edad y el envejecimiento.
Si estás buscando un logopeda especializado en Alzheimer en Bilbao, en CIO Salud podemos ayudarte. Nuestro equipo de logopedas pautará las estrategias más adecuadas que permitan minimizar los riesgos y consecuencias de la disfagia en enfermos de Alzheimer, disminuyendo así la morbimortalidad del paciente.
Si aún tienes alguna duda en cuanto al trabajo del logopeda en el tratamiento del Alzheimer y otras demencias, contacta con nosotros. Estaremos encantados de resolver cualquier cuestión.
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