La tensión mandibular puede manifestarse como una presión constante en la cara, rigidez al mover la boca y un dolor de cabeza que se vuelve difícil de ignorar.
Cuando la musculatura facial trabaja más de lo que debería, aparecen chasquidos, molestias al masticar y una sensación de carga que se irradia hacia las sienes o el cuello.
Desde la Unidad de Fisioterapia de CIO Salud hoy quiero explicarte qué provoca este problema y qué opciones te ofrecemos desde la fisioterapia para aliviarlo.
Cómo influye la tensión mandibular en el dolor de cabeza
Cuando la tensión mandibular aparece, la musculatura facial y cervical empieza a trabajar de forma más intensa de lo que debería.
Esa activación sostenida altera la forma en la que se mueve la boca, cambia el patrón de masticación y puede irritar estructuras cercanas.
Todo esto crea un escenario perfecto para que surja un dolor de cabeza con características muy concretas, especialmente si hay dolor en la ATM (Articulación Temporomandibular), presión en las sienes o molestias al masticar.
Mi idea es que entiendas cómo se relacionan estos síntomas para que puedas identificar qué está ocurriendo en tu caso.

Músculos implicados y tipo de dolor
En esta zona intervienen varios músculos que actúan como un engranaje. Si uno se tensa, el resto se adapta, y esa descompensación explica por qué el dolor no se queda solo en la mandíbula.
Antes de que te muestre los más relevantes, ten en cuenta que muchos pacientes no notan el momento exacto en el que empiezan a apretar; simplemente sienten cansancio facial, presión en la zona temporal o molestias al despertar.
Los principales músculos que participan son:
- Masetero 🟣: clave en la fuerza al masticar.
- Temporal 🟣: muy reactivo cuando aprietas durante horas.
- Pterigoideos 🟣: responsables de estabilizar el movimiento lateral de la mandíbula.
Cuando alguno de ellos mantiene una contracción continua, pueden aparecer:
- Dolor apagado y constante en la cara.
- Presión que sube hacia las sienes.
- Sensación de cabeza cargada al final del día.
Todo esto suele convivir con rigidez mandibular, bloqueo mandibular, molestias al abrir la boca y episodios de chasquidos.

Relación entre presión mandibular y dolor en sienes
El músculo temporal tiene un papel muy importante aquí.
Es un músculo grande, situado justo en la zona lateral del cráneo, y actúa como soporte cuando apretamos los dientes sin darnos cuenta.
Si se sobrecarga, puede enviar un dolor referido hacia las sienes que se siente como una especie de banda de presión.
Este tipo de dolor es muy típico en personas con tensión mandibular, bruxismo nocturno o presión involuntaria durante el día, incluso en momentos de estrés.
Señales que pueden ayudarte a identificarlo:
- Aumento del dolor al masticar.
- Tirantez al abrir completamente la boca.
- Chasquidos o ruidos articulares 😬.
Si te ocurre, lo más habitual es que el origen esté en la musculatura facial y no en un problema neurológico. Comprender esto nos ayuda mucho a orientar el tratamiento.
Por qué aparece el dolor cervical asociado a la tensión mandibular
La mandíbula no funciona sola; está conectada biomecánicamente con el cuello y la parte alta de la espalda.
Cuando aparece una sobrecarga en los músculos de la masticación, el cuerpo trata de compensarla activando otros grupos musculares, especialmente en la zona cervical.
Por eso puedes notar molestias al girar la cabeza, tensión en los hombros o sensación de rigidez desde la nuca hacia la columna.
Esto ocurre porque músculos como el esternocleidomastoideo o los trapecios intentan estabilizar la zona cuando la articulación temporomandibular está alterada.
Si a esto se suma estrés, horas de escritorio o posturas mantenidas, el dolor aumenta y se hace más persistente.
Es un patrón muy frecuente en pacientes con dolor en la ATM, bruxismo o episodios repetidos de presión en la mandíbula.

Síntomas habituales de la tensión en la mandíbula
Cuando la tensión mandibular empieza a aparecer en el día a día, suele dejar señales bastante claras.
No siempre son intensas, pero sí constantes: notas que la mandíbula “trabaja” más de la cuenta, aparece cierta rigidez al moverla y empiezan pequeñas molestias que se repiten a lo largo de la semana.
Mi intención aquí es ayudarte a reconocer esos síntomas para que entiendas mejor qué está pasando y cómo se relaciona con el dolor en la ATM, la presión facial o las cefaleas tensionales.
1. Chasquido mandibular y bloqueo ocasional
Los chasquidos al abrir o cerrar la boca son uno de los primeros indicios de que la articulación temporomandibular no se mueve de forma fluida, es decir, indica tensión mandibular.
Ese sonido, que muchas veces va acompañado de un pequeño salto, aparece porque el disco articular cambia de posición durante el movimiento. No es peligroso en sí mismo, pero sí es una señal de que la zona necesita más atención.
El bloqueo ocasional —ese momento en el que te cuesta abrir o cerrar la boca— suele generar bastante inquietud.
A veces ocurre al despertarte, otras al masticar alimentos duros. Si sucede, lo más probable es que la musculatura esté tensada o que haya una falta de estabilidad en la articulación, algo muy típico cuando hay tensión mandibular prolongada.
Señales que suelen acompañar a estos episodios:
- Sensación de “tope” al abrir la boca.
- Sonidos articulares que aumentan con el cansancio 😬.
- Molestias en la zona del pómulo al mover la mandíbula.
2. Fatiga mandibular y molestias al masticar
La fatiga es ese cansancio interno que notas en la cara aunque no hayas hecho un esfuerzo real.
A muchos pacientes les ocurre al final del día o al terminar una comida: sienten que la mandíbula pesa, que cuesta mantener el ritmo al masticar o que necesitan abrir y cerrar la boca para “soltar” la zona.
Este tipo de fatiga aparece porque los músculos maseteros y temporales mantienen una activación continua.
Si hay hábitos como apretar durante el día, bruxismo nocturno o una postura cervical adelantada, la tensión se multiplica y el movimiento de masticación se vuelve más incómodo.
Puedes identificarlo si notas:
- Cansancio al masticar alimentos duros.
- Necesidad de reposar la mandíbula al terminar de comer.
- Rigidez que aumenta cuando estás estresado o concentrado.
3. Presión en la cara y cefalea tensional persistente
La presión en mejillas, sienes o frente es un síntoma muy típico cuando la musculatura facial está sobrecargada.
Esta sensación, que muchas personas describen como “cara apretada”, suele ir unida a una cefalea tensional persistente o episodios prolongados de apretamiento.
Lo más característico es que esta presión aparece en momentos concretos: cuando llevas horas trabajando, al conducir, al masticar duro o al final del día.
En pacientes con bruxismo nocturno, la molestia suele comenzar nada más despertarse.
Si te ocurre algo así, probablemente estés ante un patrón donde la tensión mandibular influye directamente en el dolor de cabeza. Reconocerlo es clave para orientar el tratamiento de forma adecuada.

| Síntoma | Qué indica | Señales asociadas |
|---|---|---|
| Chasquido mandibular | Alteración del movimiento articular | Saltos, ruidos, ligera molestia |
| Bloqueo ocasional | Sobrecarga de la atm o tensión muscular | Dificultad para abrir/cerrar |
| Fatiga mandibular | Activación muscular mantenida | Cansancio al masticar, rigidez |
| Presión facial | Sobrecarga de maseteros y temporales | Sensación de cara “apretada” |
| Cefalea tensional | Dolor referido desde musculatura facial | Dolor en sienes o frente |
Cómo puedo aliviar la tensión mandibular en casa
Desde la fisioterapia sabemos que muchos episodios de tensión mandibular mejoran cuando ajustas algunos gestos del día a día y aplicas técnicas sencillas.
No se trata de hacer grandes cambios, sino de introducir hábitos realistas que reduzcan la carga de los músculos maseteros, temporales y cervicales.
Quiero explicarte qué puedes hacer desde casa para notar alivio sin complicarte.
Hábitos diarios para relajar la mandíbula
La mandíbula responde muy bien a pequeñas rutinas. Cuando mantienes una postura neutra y vigilas el apretamiento involuntario, la musculatura trabaja con más comodidad.
Antes de que veas qué puedes aplicar, ten presente que estos gestos son acumulativos: los beneficios llegan cuando los repites a lo largo del día.
Algunas pautas útiles:
- Mantén la lengua en el paladar 🟣 (justo detrás de los incisivos).
- Reposa la mandíbula con los dientes ligeramente separados.
- Evita mascar chicle; incrementa la sobrecarga.
- Revisa tu postura si trabajas muchas horas sentado.
- Haz pausas breves para relajar la musculatura facial.
Estas medidas ayudan a controlar la presión mandibular, disminuyen episodios de tensión mandibular y reducen la rigidez que aparece en jornadas largas.
Técnicas de respiración y control del apretamiento
El apretamiento suele intensificarse en momentos de concentración o estrés.
Para romper ese patrón puedes usar respiraciones diafragmáticas que relajen el tono muscular y te ayuden a detectar cuándo estás apretando más de lo necesario.
Te recomiendo este sencillo ejercicio:
- Coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen.
- Inhala por la nariz durante 4 segundos, moviendo sobre todo la mano inferior.
- Suelta el aire lentamente por la boca durante 6 segundos.
- Comprueba si los dientes siguen separados y la mandíbula relajada 😌.
Practicarlo varias veces al día disminuye el impulso de apretar sin darte cuenta y mejora la sensación de carga facial.

Movilizaciones suaves para reducir la rigidez
Las movilizaciones controladas ayudan a que la articulación temporomandibular recupere fluidez y reducen mucho la tensión mandibular.
No son estiramientos intensos, sino movimientos lentos pensados para disminuir la rigidez sin forzar la zona.
Puedes hacer tres gestos muy sencillos:
- Aperturas lentas manteniendo el eje recto.
- Desplazamientos laterales suaves.
- Movimientos de “adelante y atrás” muy pequeños.
Realizar estas pautas durante unos minutos cada día favorece que la musculatura trabaje con menos tensión, mejora el movimiento y reduce la presión que puede irradiar hacia sienes, mejillas o cuello.

Tratamiento de la tensión en la ATM en Bilbao: Unidad de Fisioterapia CIO Salud
En la unidad de fisioterapia de CIO Salud trabajamos la tensión mandibular desde un enfoque clínico y muy práctico.
Mi objetivo siempre es valorar cómo se comporta tu articulación temporomandibular, qué músculos están implicados y qué hábitos están favoreciendo a la tensión mandibular.
A partir de ahí, diseño un plan que combine terapia manual, ejercicios individualizados y pautas para casa que puedas aplicar sin dificultad.
En consulta abordamos aspectos como la movilidad de la ATM, la activación de los maseteros y temporales, la postura cervical y los patrones de apretamiento.
Todo esto nos permite reducir el dolor en la ATM, mejorar la función mandibular y disminuir las cefaleas tensionales relacionadas.
Si estás notando molestias persistentes, puedes reservar tu cita en fisioterapia y te ayudaré a recuperar un movimiento cómodo y una mandíbula más relajada.

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